Otro día más he abusado de la confianza de los colegas de Iberia Bird Medio Ambiente y me he ido con ellos a anillar. Vuelve a ser en el soto de Huerta, donde están preparando la estación de esfuerzo constante. En esta ocasión han venido a verlos la chavalería del colegio del pueblo, evidentemente con proferores y algunos padres, ya que son pequeños y hay que controlarlos en todo momento para evitar que puedan tener algún contratiempo.
Salimos de Salamanca a las 7:30 de la mañana, la previsión no era demasiado halagüeña en lo que a meteorología se refiere, soplaba un poco el viento y amenazaba lluvia. Colocamos 4 redes. Por si al final llovía colocamos un cenador en la zona de anillamiento. A las 9 de la mañana Guillermo fue a darles una pequeña charla. Los enanos de esa edad son un poco revoltosillos, pero con un poco de paciencia y mano izquierda pudimos mantenerlos atentos, más aún cuando sacamos el primer petirrojo del colector.
Petirrojo |
Inexplicablemente la mañana fue rematadamente mal en lo que a capturas se refiere, de hecho cuando se fueron los chavales capturamos el doble de individuos que cuando estuvieron con nosotros. Aunque habitualmente en estas actividades de educación ambiental y con muchachos tan pequeños con "cuatro bichos" es más que suficiente para sacarles exclamaciones de admiración. El problema con chicos de esta edad es que no podemos centrar su atención demasiado tiempo, o al menos bastante menos tiempo que el que puedes sentar en una mesa a chicos de tres o cuatro años más.
El rey pescador siempre llama la atención. |
Tuvimos suerte que en el rato que estuvieron con nosotros no llovió y pudieron ver pájaros coloridos como el petirrojo y el martín pescador. Además durante ese tiempo no llovió, se puso a chispear cuando ya estábamos recogiendo las redes.
En estas jornadas no se pretende tanto el número de capturas como el fijar la atención de las futuras generaciones, que serán los encargados de mantener nuestro planeta más adelante.
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