La pasada semana recibimos la invitación de los compañeros de GREFA para asistir en el municipio de Macotera de una charla informativa sobre el proyecto del control biológico de plagas que vienen realizando desde hace ya unos cuantos años con la colaboración de la Fundación Biodiversidad y el MAGRAMA. En esta ocasión el acto lo organizó la Cooperativa Macotera.
Como siempre, muy interesante la exposición, aunque hay que reconocer que ya conocíamos los datos y las argumentaciones expuestas, pero también hay que tener en cuenta que el acto no estaba destinado a personas conocedoras del proyecto y la problemática de topillo en los campos de nuestra comunidad.
La exposición estaba destinada a los agricultores de la zona, socios de la Cooperativa, que como sucede en muchas ocasiones, no respondieron como deberían de haber hecho, dado que lo tratado era de gran interés para su trabajo y las medidas propuestas se están comprobando que son eficaces en el retraso de las explosiones demográficas del topillo campesino. Pero ya se sabe, sólo nos "acordamos de Santa Bárbara cuando suena". Más pronto o más tarde volveremos a tener un pico de población y entonces será cuando todo el mundo en nuestros campos se pongan nerviosos con la presencia de los roedores.
Serán entonces cuando les entren las prisas, pedirán medidas urgentes, volverán las tonterías de que los echa la Junta o los ecologistas desde helicópteros. Y, de igual forma que los incendios se apagan en invierno, las plagas cíclicas de topillo campesino se combaten en las épocas de baja población.
Cernícalo vulgar utilizando un posadero. Foto: Joaquín del Castillo |
Medidas tan sencillas como colocar posaderos y cajas nido para grandes predadores de topillos, como son la lechuza común o el cernícalo vulgar, apoyadas con otras como el uso de setos o linderos, y alguna otra, medidas sencillas, baratas, con bajo mantenimiento, le proporcionará al propietario de las parcelas donde se instalen un aliado inestimable en su sabor agrícola.
En otras provincias y municipios, parece que alguno de esos agricultores se van convenciendo de la eficacia, esperemos que en la nuestra vaya ocurriendo lo propio.
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