Como os decía, el pajareo en la costa cantábrica fue escaso, este año me decidí a estirar la pata, pero como la cabra siempre tira al monte, cuando una gaviota se ponía a tiro, no podía dejar que volase sin echarle un ojo, aunque fuese rápido.
Unas cuantas fotos de jóvenes en la playa:
Los períodos vacacionales tienen siempre algo de irreales, estás fuera de tu zona habitual, haces cosas que no sueles hacer, y no piensas en los problemas cotidianos. Pero esto se acaba, habitualmente antes de lo que quisieras, pero las cosas deben de ser así.
Hasta el año que viene.
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