Empieza la media veda ¡Yupi!

     El día 15 de agosto se ha abierto la media veda en la Comunidad de Castilla y León (el 21 para tórtola y paloma torcaz), las especies cazables son: codorníz, tórtola común, paloma bravía, paloma torcaz, urraca, corneja y zorro. Son momentos en los que a la gente que nos gusta patear el campo debemos tener obligatoriamente un poco de cuidado, ya que los aficionados a la "actividad" cinegética salen al campo con un arma de fuego y con ganas acumuladas, desde el último domingo de enero, a disparar a todo lo que se menea y a algunas cosas que no se mueven también.

Cartel de tráfico con un tiro en mitad del Parque Natural Sierra de Francia.

     Tenía pensado hacer alguna consideración sobre la caza desde hace un tiempo pero es ahora cuando me animo. En primer lugar dejar claro que aunque personalmente no me gusta este "deporte", se trata de una actividad reglada, esto es, que tiene unas regla que hay que respetar y se debe exigir ese respeto escrupulosamente.

     Debido a mi trabajo recorro la mayoría de los pueblos de la provincia de Salamanca, y muchos de mis clientes son cazadores, ellos conocen de qué pie cojeo al igual que yo conozco de cuál cojean ellos. Apelando al respeto de la normativa mencionado anteriormente, no creo que el tirotear señales de tráfico como se ve en las dos primeras fotos esté permitido en ninguna orden de caza, son daños al patrimonio de todos.

     Al igual que disparan a señales, disparan a cualquier cosa que se mueva, para muestra, un botón, el la siguiente imagen se ve la radiografía de una rapaz (creo recordar que era una hembra de águila real) con unos cuantos perdigones. Bastaría revisar los datos de ingresos en los centros de recuperación de cualquier rincón del país para comprobar cómo en las épocas hábiles ingresan cantidad de rapaces, cigüeñas, buitres, etc, y esos son sólo la mínima parte de individuos heridos o muertos que ingresan con disparos.

Radiografía de rapaz con perdigones (fuente: Grefa)

Milano real marcado con localizador muerto por disparos.

     Otra muestra es la imagen del milano, creo recordar que además de este que localizamos en Salamanca, los anilladores alemanes que los marcaron perdieron otro en la provincia de Zamora y al menos otro en Navarra, los dos localizados estaban tiroteados.

     Cuando hablas con los cazadores, todos son buenos, y aunque puedo concederles eso, los pocos que ellos dicen que hacen estas cosas, hacen un gran daño, tanto a la imagen de la actividad como al medio natural en general. Estos daños, a mi humilde ententender, viene provocado por una falta absoluta de educación y cultura, tanto cinegética como natural. Estoy harto de escuchar que los cernícalos o los aguiluchos se comen "su" caza.

     Desde que la caza se ha convertido en una actividad económica el tema va de mal en peor, hay muchos gestores de cotos que se mueven únicamente por el dinero, alquilan el coto y realquilan los puestos, el balance ha de ser lo más positivo posible, por lo tanto gastos cero, ingresos todos. No hacen gestión del coto, a excepción de sembrar de veneno para eliminar "competencia" y matar el mayor número de predadores posibles como nos sucedió este año en la campaña de aguiluchos. No se les pasa por la cabeza que mejorando el ecosistema se mejora la cantidad de caza, no saben que los predadores son sus aliados en la mejora de las poblaciones de especies cazables.

     Hablando del cazador en primera persona, me parece increíble que un tipo que quiera ser anillador tenga que estar un tiempo aillando con un experto que le avale, tenga que demostrar que ha marcado un gran número de pájaros de un buen número de especies y finalmente hacer un exámen nada fácil para poder coger unos pajarillos y luego soltarlos, sin que exista posibilidad de hacer daño a nadie con los instrumentos, a no ser que te líes a palos con los varales de las redes. En cambio, si lo que pretendes es salir a pegar tiros, los exámenes y los trámites que demuestran tu capacidad son mucho más laxos y en muchos casos se solucionan poniendo dinero sobre la mesa.