Hoy toca la de cal

     Después del palo anímico que supusieron los hechos que os conté en la entrada anterior correspondiente al domingo 15 de julio (la de arena), el lunes 16 han ocurrido otros hechos contrarios (la de cal). Como se puede ver hay gente "pa tó", y el tipo que hemos conocido hoy nos hace reconciliarnos con el género humano.

     Bien, vayamos a los hechos. Hace unos días encontramos un nido de aguilucho cenizo en una parcela de cebada a la que le quedaban los días contados para que fuese cosechada. Como siempre, localizamos al propietario, le comentamos la Campaña, y como está siendo habitual no nos puso ningún inconveniente, así que le colocamos el cercado de tela metálica. El pasado jueves, que fue el día del palo, al pasar por la parcela ya cosechada vimos que había dejado el rodal donde estaba el cercado y había dejado otro rodal sin cosechar, no nos acercamos a mirar en ese momento porque había gente paseando por la zona. El cosechador, Carlos se llama, había visto salir una hembra de cenizo y dejó el rodal por su cuenta. ¡Qué majete! pensamos.

Pollo de aguilucho pálido. Ver el color oscuro del plumón.

     Pero no queda ahí el tema. El lunes 16 nos llama para decirnos que en otra parcela, de otro pueblo y de otro propietario, pero que cosechaba él, había encontrado otro nido con dos pollos. Hemos ido a hablar con el propietario para poder cercarlo, desde el sábado que lo encontró ha perdido un pollo, pero le queda un precioso pollito morenete de aguilucho pálido de unos 10 días, esperemos que aguante el mes que le queda. La foto que os pongo no es demasiado buena (por no decir directamente que es mala), decir en mi defensa que el bichito estaba muy activo, no se quedó en el nido y se refugió entre las cañas del trigo de alrededor.

     Lo dicho, hay gente que con sus actos nos hacen reconciliarnos con nuestros congéneres.