Esta mañana, lo único que he hecho ha sido ir al Centro de Recepción de Las Dunas, a ayudar a Alberto, uno de los veterinarios a vendar al bicho de las fotos, que tiene una fractura bastante comprometida en el cúbito, pero muy cerca de la articulación del codo. Como la Junta de Castilla y León no dota con medios este centro, el gavilán se irá a la "capital" a ver si allí le arreglan un poco.
La fractura era tan cerca del codo, que la propia inflamación mantenía el ala en condiciones de poder incluso pegar algún vuelillo.
Cuando acabamos con el gavilán, nos pusimos a cortar el pico de un macho de cernícalo primilla. Ha estado en cautividad y el pico le ha crecido en exceso, un corte y una poco de lima y ya parece normal. Son los problemas que traen el mantener aves en cautividad, no se les proporciona ni la alimentación ni los cuidados necesarios. Si de mí dependiese, no permitiría a nadie tener en casa ningún animal salvaje como mascota. En este caso ya está prohibido.
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