De nuevo os copio una carta abierta que mi compañero y amigo Alberto Hernández Romo ha hecho circular para ver si es posible que reabran el CRAS de Las Dunas en Salamanca, el único centro de recepción de animales salvajes de la Comunidad de Castilla y León que se ha cerrado con la excusa de la crisis. Otras instituciones les han dado opciones para reabrirlo asumiendo gran parte de los gastos, pero ni aún así lo abren. Eso me hace pensar que el motivo real del cierre no es el económico.
Buitre leonado y alimoche en el CRAS de Las Dunas. |
Estimado
Presidente de la Junta
de Castilla y León, estimado Consejero de Fomento y Medio Ambiente, estimado
Director General de Medio Natural, estimado Delegado Territorial de Salamanca,
estimado Jefe de Servicio Territorial de Medio Ambiente de Salamanca,
Trabajé
durante muchos años como veterinario voluntario en el Centro de Recepción de
Animales Salvajes C.R.A.S. “Las Dunas” de Salamanca, concretamente hasta el año
2007, cuando la
Fundación Patrimonio Natural se hizo cargo de su gestión. Nunca obtuve
ninguna compensación económica; pasé muchas horas operando animales y recuperándolos
para finalmente, liberarlos. Para un naturalista, ver volar en libertad a un
animal que se ha recuperado con tu esfuerzo y el de tus compañeros es muy
gratificante.
Ahora, después
de más de 15 años de funcionamiento, los responsables de Medio Ambiente de la región
interrumpen la financiación del C.R.A.S. “Las Dunas”. ¿Por qué se cierra el
centro de Salamanca mientras se mantienen abiertos el resto de la comunidad?
¿Por qué, si precisamente la provincia de Salamanca es una de las que atesora
mayor diversidad de especies protegidas?
Junto a las labores de
recuperación, conservación y sensibilización, el CRAS de Salamanca recibía
alumnos en prácticas del Centro de Formación Profesional “Lorenzo Milani” y
universitarios; es por ello que la
Facultad de Biología de la Universidad de
Salamanca, el Centro de Formación Profesional “Lorenzo Milani” y la Reserva de la Biosfera de las Sierras de Béjar y Francia han
solicitado a la Consejería
de Fomento y Medio Ambiente la reapertura del CRAS haciendo una propuesta para
asumir su gestión y parte de los costes de mantenimiento –incluido el salario
del operario-, por supuesto, bajo la tutela de la Consejería. ¿Por
qué no se acepta esta oferta y, en su lugar, se cuestionan las competencias de
estas instituciones en materia medioambiental? ¿No sería precisamente función
de la Dirección
de Medio Natural buscar o estar abierta a la colaboración con otras
instituciones para dar continuidad a un servicio que se venía prestando desde
hace más de 15 años, en lugar de cerrarlo?
Me
considero afortunado por haber podido contribuir a recuperar y liberar cientos
de animales. Por “Las Dunas” han pasado cigüeñas negras, águilas reales,
azores, halcones, gavilanes, lechuzas, búhos reales, avutardas, avetorillos, cernícalos,
alimoches, buitres leonados y negros, aguiluchos cenizos, laguneros y pálidos, tejones,
garduñas, esmerejones y un sinfín de
animales todos con una historia detrás. Recuerdo especialmente aquella
en la que un vecino de Valero casi pierde un ojo durante el rescate de un pollo
de cigüeña negra en la sierra de Las Quilamas. Quizás si supieran donde y en
qué circunstancias se rescató honrarían más el esfuerzo de los ciudadanos
comprometidos con el medio ambiente y empezarían a valorar la preciosa labor de
Las Dunas.
En los
primeros años de existencia del centro, con apenas medios para trabajar,
llegamos a realizar intervenciones quirúrgicas en nuestra casa dado que las
condiciones del centro en invierno no eran las más apropiadas para mantener la
temperatura corporal de un animal anestesiado y en convalecencia
post-operatoria. Poco a poco el centro fue tomando cuerpo y los ingresos
anuales rondaban los 400 animales. Sin embargo el abandono de los últimos años
por parte de la Junta
hacía presagiar un final dramático. Y así sucedió cuando en diciembre del año
pasado no se renovó el contrato de la persona que lo atendía.
Muchas
personas que recogen animales heridos ahora se preguntan qué hacer con ellos. Entiendo
que lo mismo les debe suceder a los agentes medioambientales, esos buenos
profesionales que velan para que se cumpla la normativa ambiental, entre ellas
la de protección de especies. Creo que ambos se merecen una respuesta.
Me
adelanto a considerar que su decisión será enviar los animales heridos a los
centros de Zamora y/o Valladolid. Como si no tuviéramos experiencia con las
dificultades y el gasto que los traslados conllevan. Un animal accidentado, lo
mismo que una persona, además de un manejo adecuado necesita un tratamiento de
urgencia durante las primeras horas, del cual depende su supervivencia. Una
pauta incorrecta le supone, cuando menos, una mala recuperación lo que en un animal
salvaje se traduce en un fatal destino. ¿Qué profesional realizará los primeros
auxilios hasta su traslado a otra provincia? ¿Y en tal caso, dónde lo harían?
¿El traslado del animal herido a otra provincia será inmediato desde que el
ciudadano lo entrega al agente medioambiental?
Y cuando sea el Seprona o la policía local los que recojan los animales,
¿a quién y donde los entregarán? ¿Habrá presupuesto para trasladar
individualmente cada uno de los animales que se vayan entregando en plena época
de actividad donde las entregas son diarias? ¿O se mantendrán hacinados y sin
atención en el abandonado centro de Las Dunas hasta su traslado?
Una
gran parte de los animales que ingresaban en Salamanca no necesitaban ser
trasladados a Valladolid porque en la mayoría de los casos no se requería una
intervención quirúrgica mayor. Con eso se evitaban los traslados y la
acumulación masiva de animales heridos en el CRAS regional de referencia. Si a
duras penas se lograba organizar envíos puntuales de varios animales a
Valladolid ¿cómo se van a organizar trasportes casi diarios a esta provincia o
a Zamora? ¿No será mucho menos costoso y más coherente contar con la
colaboración de las instituciones anteriormente mencionadas para que se sigan
desarrollando las labores de recepción y recuperación en el CRAS de Salamanca?
¿O pretenden dejar animales heridos abandonados en el campo, como probablemente
suceda en la actualidad dado que no hay nadie que los atienda en el centro de
recepción?
Es
posible que no hayan tenido en cuenta estas consideraciones, ni sean conscientes de la gran labor del CRAS
de Salamanca. Se han devuelto a la naturaleza, a nuestros paisajes y los
espacios donde habitamos, miles de animales que de otro modo hubieran perecido,
todos ellos especies protegidas. Probablemente también hayan olvidado lo que
numerosas convenciones en materia de biodiversidad y diversidad biocultural
reconocen, así como la normativa ambiental y de protección de especies
protegidas europea, estatal y autonómica. Los espacios naturales, sus especies y
las gentes que en ellos habitan están indisolublemente ligados. Con el cierre
del CRAS de las Dunas, los ciudadanos tendremos menos oportunidades de observar
la fauna, de contar historias sobre ella, de atenderla y cuidarla para nuestro
disfrute y el de las generaciones venideras.
Desde la Consejería de Fomento y
Medio Ambiente tienen la elevada responsabilidad de proteger y velar por el
patrimonio natural de la región. Negarse a mantener el centro de la Dunas abierto en
colaboración con otros centros e instituciones sería una
negligencia mayúscula, una gran pérdida para la región y sus gentes y sólo
añadiría descrédito a la clase política, consecuencia lógica de algunas de sus
acciones arrogantes, negligentes e irresponsables.
En
cualquier caso todos debemos sentirnos responsables, ustedes desde sus cargos y
nosotros como ciudadanos comprometidos. Tengo pues la esperanza de que entre
todos seamos capaces de aunar los esfuerzos necesarios para que el CRAS de
Salamanca comience a funcionar de nuevo.
Reciban
un cordial saludo,
Alberto
Hernández Romo
Colegiado nº 610 del Colegio Oficial de Veterinarios
de Salamanca
Miembro
de la Sociedad
Española de Ornitología
Hola Miguel, estoy contigo, que lastima, la carta muy pero que muy buena, que lastima si no se vuelve abrir este centro, que lastima, política y políticos, que malos que son, yo estoy contigo, sin lugar a duda, ojalá que se consiga, a trabajar para ello.
ResponderEliminarUn abrazo.
No queda otra amigo, lo que pasa es que cuando el problema reside en algo no tangible, no ponderable, ilógico, es como darse contra una pared.
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