Esta mañana hemos salido a darle otra vuelta a los laguneros que tenemos pendiente encontrar. Hemos hecho dos equipos, tres para un lado y otros tres para otro, con la intención de maximizar los resultados minimizando el esfuerzo, ya que el tiempo de que disponemos es escaso, y el parte meteorológico no era muy halagüeño. Así que salimos los Gonzalos y yo por un lado, y en otro coche Carmen, Ángel y Lolo.
Lolo en medio de un carrizal. |
Nosotros hemos localizado dos nidos, uno en enea y otro en carrizo, luego hemos ido en busca del otro equipo a rematar la mañana. Cuando hemos llegado tenían localizados dos nidos de aguilucho lagunero, y tenían la posibilidad de otro, además por la zona había aguilucho cenizo y aguilucho pálido. Los dos que tenían localizados no habían podido entrar a buscarlos por la mala relación entre la poca altura de sus botas y la mucha altura del agua, así que al unirnos a ellos hemos fotografiado y marcado con GPS la localización de ambos.
Llegados a este punto, aprovecho para volver a recordar la metodología que utilizamos para entrar a los nidos, ya que creo es de gran importancia recalcar que en primer lugar hay que contar con los permisos pertinentes, en segundo lugar, y mucho más importante lo más importante son los bichos. Por ello, una vez localizada la localización del nido, entramos intentando hacer el menor carril posible, nunca llegamos hasta el nido, nos quedamos a una distancia desde la que podemos hacer la foto y marcar con el GPS, luego se vuelve a salir tapando el carril por el que hemos entrado y después salido. En total lo hemos hecho todo en menos de 1 minuto. Luego siempre hay que esperar un ratito para comprobar que la hembra vuelve al nido sin problemas.
Al final de la mañana, hemos encontrado 6 nuevos nidos de aguilucho lagunero y, entre el carrizo de un pequeño río con al menos 4 nidos de lagunero hemos encontrado el primer nido de pálido de este año, ya tenía 6 huevos. En el lado negativo, como yo tengo las botas más altas, me he metido en las zonas más profundas, y por dos veces el agua se me ha colado por encima.
Como no todo son plumas, cuando salíamos por el camino nos hemos topado con la araña de la foto, no tengo experiencia con ellas, pero era grande de verdad, al menos de las que yo he visto por estos lares. Consultado con amigos que controlan, se trataría de un licósido o araña lobo (Lycosa sp.).
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