¿Quién se come nuestro cebo?

     Dentro de la campaña de gaviotas hemos colocado una trampa de cercado. Es un cercado de 3 x 3 metros y unos 60 cm de alto. La parte superior se deja libre y se ceba el interior durante una temporada para que los bichos se vayan acostumbrando y no recelen a la hora de entrar a comer. Nosotros la hemos colocado el día 31 de diciembre y la hemos ido cebando jueves y domingo con el cebo que hemos ido consiguiendo.

     A la vez que nosotros cebábamos, el cebo iba desapareciendo. Se nos planteaba entonces la duda de ¿quién se lo está comiendo? Evidentemente nuestro objetivo es capturar gaviotas, así que no es lo mismo quién se lo coma. Para conocer el autor o autores de las merendolas hemos vuelto a utilizar la técnica del fototrampeo.

Estorninos en el cercado. Atentos a los dos que van volando.

     Hemos dejado la cámara desde el jueves por la tarde hasta el domingo por la mañana, cebándola con medio saco de pan. Debido al frío, parece que la cámara o las pilas han colapsado, por lo que sólo hay imágenes de la primera noche. Aún así, hoy me ha tocado revisar más de 1700 imágenes. De noche, los gatos rondan por la trampa, por lo que es de suponer que parte del cebo se lo comen ello, pero de día, los reyes del cercado son los estorninos, tanto pintos como negros.

Garcilla bueyera, uno de los primeros en entrar. El montón de pan estaba aún intacto.

     Una de las especies que más han entrado en el cercado ha sido la garcilla bueyera. De momento no es una especie prioritaria a la hora de marcarlas, aunque eso puede cambiar en un futuro, ya que hemos solicitado un proyecto de marcaje con PVC de garcillas. Fue nuestro amigo Víctor Salvador quién nos lo propuso, a ver si averiguamos de dónde vienen tantas bueyeras, ya que por estos lares no crían tantas.

Una bueyera ¿bailando?

Con los tropezones que se lleva, no es de extrañar que todo desaparezca con rapidez.

     Las gaviotas, que son el objetivo del proyecto, no se atreven a entrar aún dentro, y en muchas fotos se las ve como miran a los más valientes tordos o garcillas.

Mientras la lista come, las tontas miran.

     Ha habido una gaviota que se ha paseado por la barandilla sin atreverse a entrar a comer como ha quedado debidamente registrado.

La más aventurera.

     De momento sólo ha entrado una gaviota a comer al interior del cercado, por lo que aún no podemos poner el techo de la trampa a ver si capturamos unas cuantas. Donde si que vienen es a beber al charquito que hay justo detrás del cercado.

Única gaviota que se ha atrevido a entra a comer.

     Lo que no nos podíamos esperar es que en un cercado tan "pequeñito" se metiese una cigüeña a comer, pero sí que lo ha hecho, además estaba marcada con una anilla tipo ELSA, y lo más alucinante es que se puede leer. Ya os informaré de su historial cuando llegue.





     Parece que la utilización de la técnica del fototrampeo nos está empezando a dar resultados satisfactorios en el campo de la ornitología, no sólo en el de la localización de mamíferos.